domingo, 22 de abril de 2012

Natación, ¡Qué desmotivación!

Efectivamente, la clase más fastidiosa de todas es aquella en la que te obligan a ponerte un, canto menos ridículo, traje de baño y sumergirte en las profundidades marinas, que viene a ser la piscina del colegio. Si te niegas a meterte en el agua a primera hora, estos son algunas pautas que has de seguir:

1. Ponte una escayola falsa. Es imposible que te obligue a darte el chapuzón. Sería muy cruel.
2. Fingir un desmayo. Esta táctica ya la hemos recomendado para los exámenes sorpresa, pero también es aplicable a este caso.
3. Metete en el agua. Finge que te ahogas. El socorrista te sacará inmediatamente. No creo que te obliguen a seguir nadando...
4. Di que no sabes nadar. En caso de que te pida que lo demuestres, metete un rato en la piscina y haz que no sabes nadar. Luego te sales. En caso de que no sepas nadar de verdad, mejor.
5. Vomita en la piscina. No solo te salvarás tú; también librarás a toda tu clase de tal sufrimiento. De ahí viene el popular dicho "Por mí y por todos tus compañeros".

Fines de entretenimiento, jamás educativos.

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